Proceso de Bolonia, proceso iniciado a partir de la Declaración de Bolonia, acuerdo que en 1999 en la ciudad italiana de Bolonia firmaron los ministros de educación de la Unión Europea para iniciar el Espacio Europeo de Educación Superior.
Esta declaración tenía como objetivo facilitar un efectivo intercambio de titulados así como adaptar el contenido de los estudios universitarios a las demandas sociales.
Tratado de Bolonia.
La principal reforma consiste en crear un Espacio Europeo de Educación Superior competitivo y que sea atractivo tanto para los estudiantes como para los docentes, y por supuesto, atractivo para terceros países. Los cambios más sustanciales que se van a producir se pueden sintetizar en tres grandes grupos:
-las adaptaciones curriculares
-las adaptaciones tecnológicas
-las reformas financieras.
Adaptaciones curriculares.
Una de las principales novedades es la adaptación a un sistema de titulaciones universitarias de dos ciclos, apareciendo los titulos de Grado y los de Postgrado.
Tambien aparece el ECTS (European Credits Transfer System) que valorará el crédito universitario de la misma forma para todos los paises europeos. Lo no quiere decir que las nuevas titulaciones sean las mismas para todos los países firmantes, ya que, además de que las titulaciones pueden tener distinto número de cursos en cada país, las Facultades o Centros deben tener plena libertad de crear los planes de estudios como quieran según el entorno socio-industrial del país.
Este ECTS (sistema de transferencia de créditos), contará no sólo las horas de clases teóricas (es decir, las impartidas por el profesor y las horas de examen) sino también el trabajo que debe ser realizado por el alumno (seminarios, horas de estudio, realización de trabajos). El crédito ECTS corresponde a entre unas 25 y 30 horas, de manera que se anexa al título y describe los estudios cursados para hacer posibles una homologación y comparación a nivel europeo.
De este modo, se quiere favorecer la movilidad estudiantil y laboral en el espacio europeo, en consonancia con el actual programa Erasmus. Pero la convergencia europea sólo se daría a nivel de reconocimiento de titulación y no de conocimientos.
Este ECTS (sistema de transferencia de créditos), contará no sólo las horas de clases teóricas (es decir, las impartidas por el profesor y las horas de examen) sino también el trabajo que debe ser realizado por el alumno (seminarios, horas de estudio, realización de trabajos). El crédito ECTS corresponde a entre unas 25 y 30 horas, de manera que se anexa al título y describe los estudios cursados para hacer posibles una homologación y comparación a nivel europeo.
De este modo, se quiere favorecer la movilidad estudiantil y laboral en el espacio europeo, en consonancia con el actual programa Erasmus. Pero la convergencia europea sólo se daría a nivel de reconocimiento de titulación y no de conocimientos.
En el caso de España los títulos de Grados y Postgrado fueron establecidos mediante Real Decreto y tienen las siguientes estructuras:
-Grados de 4 cursos
-Másteres postgrado de 1 o 2 cursos
Prácticamente en la totalidad Europea se ha adoptado la estructura de 3 cursos para los Grados y 2 ó 3 cursos para másteres postgrados, lo cual difiere bastante con el caso español.
Adaptaciones tecnológicas.
Algunas de las novedades del Tratado de Bolonia implican seguimiento diario al trabajo personal del alumno mediante evaluaciones continuas, actividades no presenciales y trabajos en grupo. Esto sólo será posible mediante el uso de todas las posibilidades que ofrece Internet y las nuevas tecnologías TIC.
En las universidades españolas las adaptaciones tecnológicas están suponiendo una auténtica revolución, ya que se pueden considerar bastante tradicionales en este aspecto. Debido a esto, se producirá una homogeneización y reducción del número de titulaciones (respecto a las actuales), así como los másters, que en vez de ser cada vez más específicos serán más generales y estarán enfocados a la empresa privada, la cual será la encargada a través de a ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), en gran parte, de establecer los planes de estudio.
Pero ya ha habido universidades, tales como la de Sevilla, que afirma no poder implantar tales planes de estudios, debido a la falta de medios o infraestructuras.
Reformas financieras.
Uno de los objetivos de esta reforma es recapitalizar la Universidad, diversificando los fondos, esto es: recurriendo a la inversión privada, ya sea mediante el aumento de las tasas (la Conferencia General de Política Universitaria marcó una subida en todo el Estado español de hasta un 8’2 %)(el precio del crédito) a los alumnos, o inversiones de empresas privadas.
Criticas.
Hay que destacar la falta de información que tenemos los alumnos, en parte por desinterés pero sobre todo porque esa información no nos es facilitada ni desde la Universidad ni desde otras Instituciones- Ministerio de Educación, Consejerías…-.
También es lugar éste para la autocrítica, ya que el número de alumn@s que hemos participado ha sido bastante bajo.
Otra de las críticas fue el hecho de concebir un estudiante “a tiempo completo” que dedique en torno a 40 horas semanales al estudio, lo que impide que convalide trabajo y estudios. Esto puede llevar a una elitización de la educación superior.
Podemos pensar que esto se suplirá con becas, ¿pero qué tipo de becas? Aquí se habló de la sustitución de las becas tal y como nosotr@s las entendemos y conocemos por las becas-préstamos que los alumn@s tendremos que devolver como si de una hipoteca se tratase.
Plan Bolonia, ¿Si o no?